El Rey, Felipe VI, entrega la Pluma de Oro de la Libertad a la Gazeta Wyborcza en una cita, organizada por WAN-IFRA y HENNEO, que reúne a 1.200 personas

El Congreso Mundial de Medios, impulsado por Asociación Mundial de Periódicos y Editores de Noticias o WAN-IFRA, concluyó en Zaragoza después de tres días de ponencias y debates sobre la industria de la información con una valoración clara de sus organizadores: «Ha sido un éxito rotundo». Y no solo por la calidad de sus ponentes, sino por la repercusión en el sector y en la ciudad y en Aragón. Como cierre y a la espera de una nueva cita en Taiwán el próximo año, el mensaje es que «el periodismo de calidad tiene cabida en estos tiempos».

Esta es la principal conclusión que saca de la cumbre, en la que han participado 1.200 personas y que ha puesto a la ciudad en el foco del periodismo internacional, el presidente de WAN-IFRA y de HENNEO, Fernando de Yarza López-Madrazo. «Se ha hablado de si el periodismo que representamos era viable y la respuesta es sí. Nos queda mucho recorrido todavía», explicó el editor aragonés. «Hemos vencido unos años de pesimismo y tenemos confianza en el futuro», añadió.

A este mensaje de fondo, De Yarza sumó otras dos reflexiones a propósito de las sesiones de trabajo en el Palacio de Congresos de la Expo. Por un lado, asumió que «la libertad de prensa no pasa por sus mejores momentos», como ha confirmado la crisis de Ucrania, pero subrayó el «movimiento colaborativo» que se está viviendo entre los periodistas para plantar cara a los regímenes autoritarios. «Unidos somos más fuertes, hay una conciencia colectiva de que vamos a dar la batalla», declaró.

Además, como confirmó la entrega de los premios que otorga la asociación Women in News a las líderes de medios de comunicación, WAN-IFRA se despide de Zaragoza «con un decidido impulso» a que las mujeres accedan a puestos directivos en las redacciones. «Tenemos que ser una industria referente en género, inclusión y diversidad», aseguró.

Para Fernando de Yarza, de las sesiones de debate se extrae un reto: la necesidad de ganar presencia entre las audiencias más jóvenes, «secuestradas por plataformas como Tik Tok o Instagram». «Los jóvenes de hoy son los lectores de mañana», dijo.

Como presidente de WAN-IFRA, agradeció el apoyo de instituciones, empresas y de la sociedad zaragozana en su conjunto para el éxito de la cumbre del periodismo mundial. «Zaragoza ha aprovechado una oportunidad inmejorable de proyectarse en el mundo. El consenso generalizado de los que nos han visitado es que es una ciudad fantástica», comentó. «Me ha recordado el espíritu de la Expo 2008, esta vocación de Zaragoza de proyectarse al mundo. Desde el camarero hasta el taxista que le devolvió el ordenador a un representante de ‘The New York Times’. La gente se ha volcado, ha sido increíble», explicó Fernando de Yarza, que recordó la entrega de la Pluma de Oro de la Libertad a la Gazeta Wyborcza de manos del rey Felipe VI, la recepción en La Aljafería y el homenaje a los editores y periodistas ucranianos como los momentos «más emotivos» del congreso.

El francés Vincent Peyrègne, director general de WAN-IFRA, estaba exultante. «Lo primero que me viene a la cabeza es que nadie es una isla, y tras los años de covid resulta fundamental volver a conectar con gente de todo el mundo, para encontrar inspiración directa en las reflexiones y vivencias ajenas. Las charlas a través de pantallas no pueden reemplazar a la escucha directa de una ponencia, a hablar cara a cara con la gente. He ido a todas las sesiones posibles y ahora mismo estoy exhausto, pero la enseñanza es valiosa y me da un plus de energía».

 

Peyrègne afirma que hay muchos problemas comunes a la industria, y ver cómo se buscan diferentes soluciones para ellos es muy enriquecedor. «Estamos en medio de una transición, un giro cultural en nuestro sector, pero hay cosas que no cambian o no deben cambiar. No importa la plataforma, el foco es el servicio al ciudadano, trabajamos para ellos. Puedes preservar tus estándares de calidad, independencia y discurso libre, más allá de la forma en que la expreses o la herramienta técnica que utilices para ese fin, si tienes claro que el corazón de un medio de comunicación es la redacción. El negocio es la información, no la publicidad; obviamente, la publicidad importa, pero no debe ser más importante desde el punto de vista de negocio que la redacción, la proveedora de contenidos».

El galo cree que hay que romper muros internos en los medios. «Cuando empecé a trabajar, hace más de 30 años, fui comercial en un periódico y entraba a la redacción, hablaba con los periodistas, les preguntaba sobre su trabajo. Y a mi jefa no le gustaba, decía que no era asunto mío; yo le decía que sí era asunto mío, porque cuando hablaba a los clientes potenciales debía articular una historia, y para eso había que conocer el qué y el cómo. Creo que la independencia de una redacción no se ve comprometida, sino reforzada, por un diálogo franco y directo con los otros equipos de trabajo de un medio de comunicación».

El periodista estadounidense Dean Roper, director de investigación y redactor jefe de las publicaciones de WAN-IFRA, señaló además que el foco en la formación es fundamental. «Los valores nucleares del periodismo no pasan de moda: hacerse muchas preguntas, ajustarse a la realidad, documentarse, cuidar la escritura y la edición… obviamente, manejar con habilidad nuevos lenguajes y herramientas no está reñido con preservar los valores fundamentales. El manejo de datos es valioso, y lo mismo pasa con las aplicaciones que los obtienen y clasifican, algo que la nueva generación entiende y asimila al momento».

Otro de los focos claros del congreso ha estado en la mentada consolidación de la lucha femenina por un reconocimiento equitativo en el entorno periodístico, traducido en una mayor presencia en los puestos decisorios de las empresas. Los premios Women in News de WAN-IFRA reconocieron a tres profesionales sobresalientes que han recorrido ese camino con éxito. SonFaith Zaba, primera directora del periódico ‘Zimbabue Independent’; Diana Moukalled, reportera de guerra libanesa y fundadora de Daraj.com, y Regina Reyes, periodista y ejecutiva de ABS-CBN Corporation.

En cuanto al Golden Pen, recayó en el medio independiente polaco Gazeta Wyborcza y en la fundación del mismo nombre que apoya la ejecutoria de este y otros medios independientes del este de Europa. El editor del medio, Piotr Statinski, y la presidenta de la fundación, Joanna Krawczyk, fueron los encargados de recoger el galardón y ofrecer un resumen de su pelea por el periodismo independiente en un entorno hostil, que en su caso se traduce en un goteo constante de ataques en el terreno legal; las demandas tratan de torpedear su libertad de expresión cortando las fuentes de financiación y los ingresos publicitarios, pero el papel de la fundación permite (ejemplo replicable en otros entornos) seguir con su trabajo.