Jorge Azcón anunció en un encuentro informativo organizado por HERALDO que quiere que Zaragoza sea referencia en energías renovables. Apuesta por la colaboración público-privada para salvar las limitaciones del presupuesto.

El alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, quiere que la ciudad sea «una referencia nacional en energías renovables”. «Zaragoza puede ser la primera ciudad que genere su propia energía sin tener que acudir al mercado a comprarla», dijo el regidor en el transcurso de un desayuno informativo organizado por HERALDO y moderado por su director, Mikel Iturbe, y en el que desgranó algunos de los retos que quiere emprender en la actual corporación, entre los que también figura la organización de algún acontecimiento con relevancia nacional o internacional.

Azcón explicó que las energías renovables «son el petroleo del futuro» y destacó que Aragón tiene una situación de privilegio, dado que tras las subastas eléctricas el 20% de los objetivos energía sostenible «se van a desarrollar en nuestra comunidad», donde el sector empresarial aragonés ha tomado posiciones. «Zaragoza tiene una oportunidad increíble en lo que a energías renovables se refiere», dijo.

“Va a haber empresas en Aragón que van a tener que desarrollar parques eólicos y energías fotovoltaicas, que pueden vender su energía al ‘pool’ o a un cliente final, que puede ser el Ayutamiento de Zaragoza. Tenemos un sector empresarial y el viento, el agua y el sol para ser un referente en energías renovables”, afirmó.

El regidor desgranó los ejes que van a guiar su política en los próximos años, además de detallar algunas de las primeras medidas que ha adoptado desde que el 15 de junio logró la investidura. Tras subrayar que su primer objetivo es acabar con la política de “confrontación” que a su juicio dominó la estrategia política del anterior gobierno, de ZEC, expresó la necesidad de contar con unas cuentas saneadas cuanto antes “para ser motor de crecimiento”.

«Las inversiones no van a ser las más adecuadas»

Señaló que la situación económica es “peor de lo esperado», con un agujero de 103 millones de euros y el mayor endeudamiento por habitante de las grandes ciudades. Esto va a suponer que “en los presupuestos de 2020 se van a seguir pagando las facturas de los gobiernos anteriores”. Indicó además que no se podrá captar deuda para financiar nuevas obras, por el incumplimiento del tope legal, y que “las inversiones no van a ser las más adecuadas».

“Esto nos obliga a buscar alternativas”, dijo Azcón en referencia a la colaboración público-privada. “Para que haya inversión hay que buscar fórmulas distintas, como en La Romareda. La colaboración público privada es la clave. Si gobernara la izquierda se plantearían proyectos de inversión solo desde los presupuestos municipal. Pero los presupuestos municipales no soportan la inversión por la situación económica que nos han dejado 16 años de gobiernos de izquierdas. Las posibilidades de inversión pasan por la colaboración con otras administraciones y con el sector privado”, dijo.

En ese momento suscitó debate la cuestión del campo de fútbol de La Romareda, tras la visita del alcalde a San Mamés y la firma del convenio con el Real Zaragoza para formalizar la cesión del estadio durante los próximos 75 años. Recordó que los tres proyectos de estadio que se han impulsado en Zaragoza han basado su financiación en los aprovechamientos urbanísticos. Pero a esta cuestión añadió la colaboración público privada. “Hablamos de contar con las empresas privadas”, dijo sin entrar en detalles.

«La aportación de la DGA a la Romareda será la adecuada»

Hizo más hincapié en la necesidad de lograr el mayor acuerdo político en torno al estadio, también con el Gobierno de Aragón. Preguntado por la aportación económica de la DGA tras las declaraciones del presidente, Javier Lambán, en las que dijo que no habrá «excesivas alegrías», Azcón aseguró que no va a entrar en polémicas. “Estamos por resolver problemas. La aportación del Gobierno de Aragón la hablaremos con el presidente Lambán. Será una aportación adecuada al proyecto final que plantee el Ayuntamiento y el Real Zaragoza», explicó.

Para el alcalde es “demagogia” que se acuse al gobierno municipal de poner por delante La Romareda de las obras en los colegios públicos, cuyas partidas se utilizaron para una reciente modificación presupuestaria y se han postergado a 2020. En primer lugar, señaló, porque las citadas obras no se podían llevar adelante este año, como el propio gobierno municipal de ZEC admitió en abril. Y en segundo lugar, insistió, porque el nuevo estadio no se va a impulsar con recursos del presupuesto municipal.

El alcalde insistió mucho en la necesidad de mejorar las relaciones con otras instituciones, como la DGA, con la que «hay que ir obligatoriamente de la mano». Por eso, citó la comisión bilateral como próximo hito para cerrar acuerdos, sobre todo en relaciones con «las deudas que el Gobierno de Aragón mantiene con el Ayuntamiento».

Habló de política tributaria . Pese a las críticas recibidas por la oposición, aseguró que “por primera vez se va a recaudar menos por el IBI” y destacó las bonificaciones a familias numerosas, al pequeño comercio o a la plusvalía. Pero sobre todo apostó por convertir “Aragón y Zaragoza en un territorio fiscalmente atractivo”. “Para eso, el Gobierno de Aragón tiene que colaborar, debe haber una acción conjunta en fiscalidad”, declaró Azcón, que recordó que la Comunidad autónoma es la tercera por la cola en competitividad fiscal.